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Que no hay que seguir la corriente, que ser uno mismo es la base para encontrar la felicidad porque tu decides tu destino. Realmente al no seguir la corriente no te sitúas pasivamente en el grupo social mejor visto, empiezas a pensar en ti mismo y las preocupaciones se reducen a eso, no te preocupan los pensamientos de la gente en cierto modo. Ahora bien, imagina que a simple vista eres una persona que escoge su propio destino, un claro ejemplo de no seguir la corriente, pero realmente no estás en lo mejor visto porque piensas que la gente pensará que no tienes personalidad. Lo siento! pero veo demasiadas personas que actúan así a diario y solo tengo que decirles que no se engañen, porque realmente esa personalidad que creen tener, les hace depender de lo que la gente piense y les hace carecer de personalidad

Soy de esas que no paran hasta que consiguen algo, que si se caen, vuelven a levantarse y tropiezan más de una vez con la misma piedra. Que si 2+2 son 4, soy de esas que apuestan porque quizás sean 6. Soy de las que, no le importa lo duro que pueda resultar a ser algo, de las que si se se les mete una cosa entre ceja y ceja, apuestan por ello y persiguen sus sueños. A veces puedo llegar a ser una persona un tanto pesada, puedo llegar a preocuparme demasiado por ti o puedo llegar a pasar completamente de todo lo que ocurra a mi alrededor. ¿Intuitiva? Quizás sí, un poco.



Como otras, tengo un sexto sentido pero no solo eso, también un séptimo, octavo y hasta un noveno. Puedo ser tu mejor sueño aunque en un abrir y cerrar de ojos puedo convertirme en tu peor pesadilla. Debo decirte también que por las buenas, soy muy buena pero por las malas, aún mejor. Que estoy muy loca, que no me avergüenzo, que puedo hacer mil locuras por la calle y reirme al recordar cada una de ellas. Puedo ser relativamente fácil y demasiado complicada al mismo tiempo. De esas que se enamoran con facilidad y pierden la cabeza, a las que el corazón le gana a la razón, que si te quiero, no te olvido y si te olvido, es porque no te quise.
Divertida, alocada, única, una cosa así. . . .

Dos y dos son cuatro, aquí el gato es el malo y persigue al ratón, prohibida la venta de alcohol y tabaco a menores de dieciocho, a las tres en casa, hay que lavarse las manos antes de comer, hay que respetar los pasos de peatón, hay que tirar los papeles a la papelera, no se puede poner la música demasiado alta, no se pueden herir los sentimientos de los demás, hay que saber jugar limpio, hay que saber perder. A los mayores no se les contesta, apaga el móvil y deja el Internet. No hay que enseñar mucho escote, ni ligar mucho, porque te pueden confundir. Llevar los labios rojos es de putillas, cambiarse de acera es algo anormal, limpiar tu habitación es algo obligatorio, estudiar mucho para después no trabajar.